Sunday, February 1, 2009

Manipulación y crueldad

A la vez que me alegre la liberación de tres policías y un soldado, me mucho pesar por los que siguen en cautiverio: los demás miembros de la fuerza pública, y los rehenes económicos, quienes son aún más anónimos, quienes no tiene el respaldo de una institución como el ejército o la policía, movilizando y trabajando para su liberación. Adicionalmente, me pareció demasiado cruel el hecho que las FARC no revelaron los nombres de los cuatro, dejando a todas las familias en la incertidumbre, haciendo crecer las esperanzas, a sabiendas que la mayoría iba a quedar decepcionada. Por racional que uno tiene que ser, la única cosa que tienen las familias es la esperanza --esperanza irracional, en contra de todas las probabilidades. Las FARC explotaron esta esperanza en la forma más manipulativa y cruel. El profesor Gustavo Moncayo hizo sus declaraciones sobre la importancia de un acuerdo humanitario, y como va trabajar en recolectar firmas para este acuerdo... pero se le notaba que tenía el corazón partido.

En cuanto a las acusaciones que el Ejército hostigó el sitio de encuentro y estorbó el procesos de liberación, voy a reservar juicio. Ambas partes, la fuerza pública y las FARC tienen interés en salpicar a la otra, y ha sido ampliamente demostrado con hechos que ambas son capaces de realizar montajes en un esfuerzo de echar la culpa por una operación fallida a la otra. Las FARC mataron por error a 11 de los diputados de Valle del Cauca, y intentaron convencer al público que fueron atacados por la fuerza pública. Los militares tienen sus vergonzosos antecedentes de falsos positivos. En estos asuntos, ni el uno ni es otro es fuente creíble. Espero a ver qué dice la Cruz Roja; en ellos confío.

Espero con todo mi corazón que las operaciones para liberar a Alan Jara y Sigifredo López desenvuelvan bien, sin contratiempos.


25 Random Things About Me: Feedback

Five people made positive comments. One person said that she was not prepared to make public disclosures. One person commented negatively.

The rest I have not heard from. Either they don't go into Facebook much, don't read things that they are sent, don't know how to respond; or else they were raised on the adage "If you can't say anything nice, don't say anything at all," which is entirely possible because not everyone wants to know that much about me.

I found writing the 25 random things to be a liberating experience. It was like one of those exercises in self-revelation that we did in Cegep. I figure that if people don't want to know that much about me, they don't have to read it, and frankly this blog doesn't have much of a regular readership.

My cousin Vinnie forwarded the invitation to me, and I'm glad that he did. It was a useful exercise in letting random things come into my head (free association?), all of which, in some way have shaped who I am. The result is a snapshot of who I am. It's not complete, and yet there is something essential about it.

No comments: